Es muy fácil quejar-se de supuestas injusticias, sin reconocer que el rechazo público de la sociedad es en realidad un reflejo de la hipocresía de las personas. El mercado no miente.
Siempre que sale el tema en una conversación, sea en la pescadería o en un ambiente más intelectual, todo el mundo se escandaliza de como un personaje semejante cobra millones de Euros cuando por ejemplo, un/a médico que salva vidas aspira de media a un nivel de vida mucho más modesta.
La respuesta es la envidia. Las personas somos envidiosas de otras que puedan tener más éxito o ser más brillantes que nosotros. Ver a una persona que es menos brillante y es más maleducada que la mayoría de la población es reconfortante. “Mal de muchos, consuelo de tontos”. Es siempre reconfortante saber que siempre hay alguien peor que uno mismo. Por eso la audiencia se dispara cuando esta mujer hace su numerito. Es tan obvio que dice tonterías, que permite a todo el mundo opinar y despertar una reacción emocional. Por ello, creo que esta mujer tiene el talento de hacer sentir mejor a la gente, aunque sea a costa de ofrecer un mal ejemplo. Ese talento está demostrado por los audímetros y por eso los principales exponentes de la telebasura le pagan lo que le pagan.
Esta situación es lamentable, pero es justa porque el mercado no miente. Vendes tanto, cobras tanto. Entonces, lo que es lamentable puede que sea la sociedad.